Historia

PRESENCIA DE LOS PADRES PAÚLES EN EL BARRIO

La fundación de la casa de Las Rehoyas (actual  Lomo Apolinario) tiene por objeto atender a este barrio, distante de la ciudad de Las Palmas tres kilómetros. Se debe, como algunas otras, a la generosidad de doña María del Pino Apolinario Placeres. Los misioneros se instalan en la nueva casa el 1 de noviembre de 1916 pero hasta 1918 no fue constituida como Comunidad independiente.

Para atender espiritualmente a los trabajadores de su finca construyó doña Pino la iglesia de San Antonio. La bendición de la Iglesia tuvo lugar el 17 de junio de 1916 por el Sr. Obispo Ángel Marquina. La iglesia funcionará como “ayuda de parroquia, con permiso para bautizar y casar, administrar la santa unción y llevar el viático a los enfermos”. Más tarde, aumentada la población del Lomo, Mons. Pildain tuvo a bien el 27 de noviembre de 1941 erigir el territorio en Parroquia con el título de San Vicente de Paúl. El 8 de diciembre se inauguró la parroquia siendo su primer párroco el P. Bienvenido Pampliega. San Antonio quedará como “copatrono”.

PRIMERA ESCUELA

Dado el abandono educativo del barrio, se abrirá una escuela ubicada en el bajo de la casa de la Comunidad, lugar en donde hoy se encuentra el Centro Cívico, en la que trabajarán los misioneros al mismo tiempo que ejercían otros ministerios como las misiones, la predicación y la atención a las Hijas de la Caridad. Estos serán los trabajos fundamentales en los primeros años. Esta escuela se cerrará en 1939 al crearse una estatal en el barrio.

Por otra parte, el interés por un Seminario para las vocaciones misioneras no tuvo cabida en los primeros momentos, aunque llegó a instalarse la primera piedra. Doña Pino estaba tan interesada en las vocaciones como los misioneros. En 1938, y de acuerdo con ella y con su ayuda, se fundó la Apostólica de Las Palmas, con dos apostólicos, los hermanos Antonio y Manuel Hernández. De esta manera (cerrado la Escuela), la Casa se consagró por entero a la Apostólica.

En seguida, los Padres se dieron cuenta de que la Casa era pequeña para Apostólica y pensaron en un nuevo edificio en el que pudiese haber hasta 100 alumnos con los cinco cursos de latín.

Para el futuro de la Casa y de la Apostólica, fue decisivo el año 1945, año en que la Congregación se hace cargo de la finca y de los bienes de Doña Pino, al haber dejado ésta como heredera universal a la entonces Provincia de Madrid. En una de las Ordenanzas de la Visita Canónica de diciembre de 1945 se dice: “se procederá, lo antes posible, a la edificación del nuevo Colegio de Aspirantes apostólicos, en el lugar y plano convenidos en Consejo y secundando los deseos de nuestra insigne protectora Doña Pino. Cerca del corazón de la finca. Todas las demás ocupaciones deben quedar supeditadas a la formación de los jóvenes, ya que ese es el fin primordial de esta fundación”. Sin embargo, sólo en 1957 se dará por parte de la Administración Provincial permiso para la nueva construcción que se inició en mayo de 1958 junto a la casa en la que durante muchos años vivió doña Pino.

Por fin, el mismo P. Vicente Franco bendijo el nuevo Seminario Misionero «San Vicente de Paúl» el 25 de enero de 1960. Doña Pino falleció el 1 de mayo de 1952 sin haber visto realizado uno de sus grandes sueños. Junto a la actividad formativa de los misioneros, se pretendió trabajar en la promoción social del barrio, y fruto de este interés fue la admisión de alumnos externos en el curso 1967-68. Al año siguiente, curso 1968-69, la Escuela Apostólica comenzó a funcionar como Filial n°2 del Instituto «Pérez Galdós» de Las Palmas, quedando el Internado para los que querían ser misioneros. Ya antes, en el curso 1963-64- y por la misma razón de tipo social-, se creó en la antigua Casa de la Comunidad la Escuela de Patronato «San Vicente de Paúl», a la que empezaron a asistir niños de 6 a 9 años.  A partir del curso 1974-75, lo que fue Apostólica y después Filial, se fusionó con la Escuela de Patronato. De esta fusión nació el Colegio «San Vicente de Paúl». Para ello se fueron haciendo la adaptaciones necesarias (en 1974, en 1977, y más tarde en 1981), para que el Colegio adquiriese la Clasificación reconocida por el Ministerio de Educación y Ciencia. Obtiene la Clasificación definitiva en 1982,  como Colegio de EGB de 8 unidades.

Así, la Comunidad del Lomo Apolinario se dedicó a la atención del Colegio de EGB de 8 unidades, además de varias capellanías y parroquias de «San Vicente de Paúl» y de «Cristo Rey» y en la atención espiritual de las Hijas de la Caridad. Y el objetivo prioritario de la Casa seguía siendo el vocacional. Pesaba este objetivo, pero, si se hacía algo, había que empezar de cero. Entre los años 1975-1979, el P. José Luis Otamendi fue el que mantuvo la llama vocacional atendiendo a un grupo de jóvenes los fines de semana, aunque no cuajó ninguno.

Desaparecida la Apostólica, consolidado el Colegio y «recuperadas» las parroquias, la Comunidad se preocupó nuevamente de las Vocaciones, desde el curso 1982-83. El problema era que no había locales, ya que el Colegio los había absorbido todos. Como solución, y buena, se pensó en la casa que ocuparon algunos años unos cocineros y que antes fue vivienda de algunos trabajadores de Doña Pino, y, restaurada, de una Comunidad de Hijas de la Caridad (1965-1970). En 1991 comenzó la reconstrucción de la antigua casa de los cocineros (y antes vivienda de la Comunidad de las HH.C.) para ser Casa Vocacional.

En 2005 se nombra como Director Académico del Colegio a un seglar y lo mismo se hace en el curso siguiente con respecto al Director Titular.

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