A veces no honramos la vida de aquellas personas que con su trabajo día a día, mejoran lo que encuentran a su paso cuidando de nosotros. Valores como la creatividad, el trabajo, la constancia y a fe, se reflejan en unas vidas, que derrochan todo su talento y atención a su pasión. Hoy traemos a esta página la vida de dos mujeres, historia viva de nuestro colegio, que sin haber querido llamar la atención hace unas fechas han aparecido en dos artículos que recogen aspectos destacados de su vida.
La primera de ellas es Sor Victoria, la que durante muchos años fue profesora de música de cientos de alumnos de nuestro colegio. Una mujer entregada a la música y a la enseñanza. Muchos agradecemos sin dudarlo su dedicación y esfuerzo, y en esa línea, el artículo refleja perfectamente a una mujer que se entregó en cuerpo y alma a la música y al Servicio a los más pobres.
La otra mujer es Lolita Molina, faltarían calificativos para describir su enorme generosidad y talento. Desde siempre le gustó preservar todo aquello que recordaba a las tradiciones de nuestro pasado, prendas, objetos, juegos, enseres y un sin fin de «cosas» llenan su casa, que abre sin pensarlo dos veces a aquellos curiosos que quieran verla. No estaría esta nota completa, si no recordará que Lolita es la hermana de nuestro querido Padre Molina ya fallecido que fue durante muchos años Director de nuestro querido colegio y al que se le dedicó una calle del Barrio durante las celebraciones del Centenario. Ambas, Lolita y Sor Victoria están en nuestro recuerdo siempre agradecido, destacando su importante labor en lo que hoy significa el colegio para muchas personas del Barrio, por su huella, dedicación y pasión por lo que hacían.